El anuncio de la enfermedad de Hugo Chávez hecho por él mismo
desde Cuba ha alterado profundamente la situación política
venezolana. Ya las inundaciones, la crisis penitenciaria y una suma
de ineficiencias estatales habían puesto de relieve una serie de
limitaciones del «socialismo del siglo x x i», en medio de un limitado
reagrupamiento opositor que ha logrado hoy cierta influencia en la
Asamblea Nacional. El reemplazo del eslogan «Patria, socialismo
o muerte» por «Viviremos y venceremos» es solo la parte más visible
de algunos cambios de actitud que tienen que ver con la situación
personal de Chávez y la ausencia de liderazgos alternativos
en el gobierno, pero también con un creciente cansancio social.
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