LA TÓRTOLA
hasta que por el amor vencida,
abrió sus más secretas plumas
y como si fuera un avión incendiado
y yéndose a pique el tórtolo,
en menos de un segundo
la tortoleó bien tortoleada
¿Es tan corto el amor y es tan largo el olvido?
ESO FUE LO QUE PASÓ
saltando de la cama revuelta por una tempestad
de rodillas y pantorillas descolgadas de sus perchas
encajando rápidamente las medias negras
(una tenía un punto corrido)
y extendiendo hacia adelante una pierna de modo
exactamente perpendicular a su agujero
repetía así con mucha gracia el gesto
que llevó a Marlene Dietrich a la fama mundial
(en la película El Ángel Azul basada en una novela
de Heinrich Mann, por si usted todavía no lo sabe)
Adujo que esa noche venían invitados a su casa
y echó a volar para siempre desde el hotel desvencijado
en el cual me quedé solo, como un tórtolo sin tórtola.
Eso fue lo que pasó Fernando. Y después, yo no la vi más.
SERÉ
seré radium plutonio naranja manzana
escarabajo arcilla ardilla estalactita y criptonita
seré pensado por El que todo lo piensa
pero yo ay yo ay yo no pensaré más
luego descartes no seré más sino
en pájaro pensado en gusano pensado
volando en los huecos de todos los espacios
en todos los quesos con huecos de gusanos
pensados seré viviendo sin pensar en El que todo lo piensa
¿Seré simplemente un gesto en la mirada de El, que todo lo piensa?
¿Seré el mismo que ha pensado todo lo que yo pensé cuando yo estaba ahí
y tú me mirabas con mucha pena mientras yo cortaba a tajo pluma la cebolla?
¿Seré el consomé de pollo en esta noche oscura de tanta triste solemnidad?
YA NADA SERÁ IGUAL QUE ANTES
Una nube gris a lo lejos,
ni tan lejos ni tan cerca
un aire tibio no tan tibio
un aire frío un aire hielo
un pájaro tuerto de cuello pelado
un graznido desde el infierno
la nube gris perseguida
por miles de nubes negras
oscurece otra vez mi alma ya olvidada
El gatoverde regresa a la casa de su amo
la mariposa pirómana ya no existe
y un dolor hecho de fierro al rojo
húndese justo en medio de mis cejas
Ya nada es, ya nada será igual que antes.
CIENCIA Y RELIGIÓN
Supongo, así lo pienso yo,
que la poesía es ciencia y religión.
Pues no hubo en toda la historia
momento más poético que aquel
cuando el primer hombre miró
hacia las estrellas preguntando
si el más allá del universo
no estaba sino en él mismo
mirando hacia el otro lado del universo
donde estoy yo escribiendo
sobre una página vacía
de mi computador marca HP
un Mail dirigido directamente a
Dios@cielo.com