Dos poemas de Coromoto Renaud


I
Abre la puerta 
déjala entrar 
deja que se deslice suavemente 
de las hendijas al centro
que ilumine  el rostro contraído
que dicte palabras de fuego 
hasta  que se consuma el  último rayo 

II 
Libérame de este cuerpo que envejece 
de este deseo que no se mitiga 
sondéame 
explórame 

devuélveme a la  vida 
antes de que oscurezca  totalmente