Domingos de Anton Julian - EL ÚLTIMO VERSO


No hay nada más difícil que escribir el último verso de un poema. Debería ser el verso de la revelación, la palabra decisiva, la que dice todo, el triunfo final de la vida contra la muerte. Pero ese verso nunca aparecerá en la poesía, ni en la mía ni en la tuya ni en la de nadie. Tenemos al fin que aceptar la verdad amarga: el destino de la poesía es su fracaso. Nunca diremos lo que realmente queríamos decir. Pues ese verso, el  que dará sentido, lógica y razón a cada poema, no pertenece al reino de este mundo. Ni siquiera está en la Nada. Está incluso más allá de la Nada. No obstante, sin ese verso final, sin ese verso final que nunca conoceremos, nunca habría podido nacer ella, la poesía.